TEXTOS

Walter Benjamin: El autor como productor

Para la siguiente entrada traemos un análisis del texto de Benjamin:
Walter Benjamin (Pseudónimo: Benedix Schönflies, Detlef Holz) (Berlín, 15 de julio de 1892 – Portbou, 27 de septiembre de 1940) fue un filósofo y crítico literario alemán de tendencia marxista.
Estrecho colaborador de la Escuela de Frankfurt, a la que sin embargo nunca estuvo directamente asociado, adaptó su temprana vocación por el misticismo al materialismo histórico, al que se volcó en sus últimos años, aportando una visión única en la filosofía marxista. Como erudito literario, se caracterizó por sus traducciones de Marcel Proust y Charles Baudelaire. Su ensayo La labor del traductor es uno de los textos teóricos más célebres y respetados sobre la actividad literaria de la traducción. Benjamin mantuvo una extensa correspondencia con Theodor Adorno y con Bertolt Brecht.

En este texto del año 1934, escrito como un discurso, Benjamín esta haciendo una reflexión acerca de los mecanismos de producción en las prácticas artísticas, dejando bien claro su posición. Criticó sin piedad a Hitler, a la teoría fascista e incluso a la izquierda. De hecho es con la izquierda con la que más a gusto se queda al hacerla quedar como traidora, al hacer creer que está junto al pueblo, pero solo se sirve de este para continuar con su sistema. Hace ver que una izquierda que acepta el juego y solo crea medios de entretenimiento para el burgués esta haciendo flaco favor al proletariado, y pide un cambio. El título indica el cambio que atribuye Benjamin a la función del arte y del artista: porta en sí un desplazamiento del arte como ritual, al arte como medio de revolución política, el giro del artista como genio al artista como productor. Critica duramente a los artistas que practican lo “políticamente correcto”y exige que utilicen su poder de comunicación y de docencia de forma que sirva para enseñar al pueblo cosas que sean de utilidad, y no solo como mero entretenimiento.

“Y sostengo además que una porción considerable de la denominada literatura
de izquierdas no ha tenido más función social que la de extraer de la situación política un flujo
continuo de efectos novedosos para entretener al público”.


Utiliza con firmeza el término “técnica”, como algo que todo artista debería conocer, sin embargo hace una percepción de esta palabra distinta a la habitual. Para explicar mejor esta idea me he ayudado de un texto de Maria Fernanda Carvajal E. donde a hecho su propio análisis del texto (el cual se ha analizado por diversos pensadores desde que fue escrito).

“La técnica, la forma literaria deviene aquí en contenido, pues sólo a través de ella, la obra obtiene una capacidad desautomatizante, liberadora. Sólo en la originalidad de la técnica, y no en el mensaje, encuentra una obra la posibilidad de contribuir a la recuperación de una conciencia auténtica. El autor como productor, es entonces, el que considera la obra literaria en cuanto técnica. Técnica que además debe ser susceptible de enseñarse y aprenderse”.

Y es que cualquier creativo que se haya tomado la molestia de aprender una técnica, o incluso desarrollarla, inventarla, tiene una motivación por “hacer”, en el más completo sentido de la palabra.


Aunque Benjamín esta generalizando acerca de las distintas prácticas creativas y su difusión incide especialmente en algunos casos, para explicar mejor su punto de vista. Por ejemplo, al hablar de la música nos pide que reflexionemos acerca de la necesidad de usar esta última como medio de protesta. Y es que la música es sin duda la reina de las artes, por su capacidad de estímulo sensorial, y Benjamín nos recuerda que es este campo donde más han de medirse las palabras.

«hay que cuidarse de valorar en exceso la música orquestal y de considerarla el único arte elevado. La música sin palabras sólo adquirió la gran relevancia y la difusión global de las que actualmente disfruta, con el capitalismo»

Claramente vemos como a lo largo de todo el texto Benjamín pide al artista que se posicione y sea consciente del peso de sus actos, y de la necesidad de conocer en todo momento la repercusión de estos. También nos plantea la relación entre las cosas, viéndolas como un todo y no como un ente aislado, así cualquier reflexión de cualquier pensador, artista plástico, músico, será valida para cualquier otro. Por lo que cualquier intervención de carácter político podrá ser extrapolada y aplicada por otro individuo o colectivo.

Como conclusión decir que el espíritu marcadamente Marxista de Benjamin nos lleva hacía una mentalidad radical, lo que es fácil sacar de contexto y de ese modo desprestigiar, por cualquier elemento de control externo. Sin embargo las reflexiones que nos regala son verdaderamente necesarias para al menos no hacerle la cama a un sistema que se sirve de los artistas (véase el caso de Neko en arco) para articular un simple sistema de entretenimiento y desahogo.



Este texto nos habla de la perdida de ciertos valores universales debido a la globalización. Trata aspectos relacionados con la inseguridad actual que sentimos los ciudadanos, las relaciones entre personas, la construcción de las fronteras...etc
        
                     "Hay política local sin poder, y poder local sin política"

Algunos textos recomendados

Siguiendo con nuevas reflexiones acerca del arte os invitamos a compartir con nosotros los siguientes textos, el primero, sobre algunos temas en Baudelaire de Walter Benjamin, y otro texto de Charles Baudelaire, llamado el pintor de la vida moderna.
Enjoy.

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